


La escritura de ayer, libros de mujeres y de hombres como punto de partida y llegada en un discurso que, ante todo, nos lleva, otra vez, a Pensar a Venezuela, la Venezuela de este principio de siglo.

El pasado de «la potencia del Sur», del «Gigante del Sur», es trajinado desde la dialéctica subdesarrollo-desarrollo. Sucesión de crisis económicas y de salidas y entradas a dictaduras que nos presentan a un Brasil más latinoamericano que siempre, y que nos deja, en los años ochenta, con ganas de más.
Otra vuelta al pasado del país de la plata es puesta en texto, en imagen, y que no se crea que por tratarse de viñetas, de historietas, comics o tebeos, sea menos juiciosa y sosegada. Todo lo contrario. Un expediente, en un momento ya lejano del pasado, en el que el futuro (dictatorial, militaresco) queda registrado, sobre papel, hasta con veinte años de antelación, pero bajo la inquietante forja de una invasión extraterrestre. Un homenaje al autor visionario que hizo escuela a partir del ingenio estético, elegante, que destapa nostalgias.
Otro autor singular. Otra forma de ensayar la literatura más autobiográfica. Otra mirada hacia adentro de un autor uruguayo de mediado del siglo XX, pero interrogado por una joven ecuatoriana del XXI que —no sin picardía— se pregunta si su autor realmente escribió sin artificios literarios, si encontró la verdad sobre sí.
Hasta aquí la novedad.
A partir de este segundo número, en la Revista Latinoamericana de Ensayo se publica una «edición especial» de ensayos, relatos, poesía, de autores latinoamericanos o no. La primera edición especial es una crónica-relato sobre la toma del centro del poder político-administrativo, en la Managua de final de los setenta del XX. El «Comandante Cero» y la «Dos» acaudillaron la toma del palacio, pusieron en jaque a una de las dictaduras más añejas de América Latina y, de algún modo, lograron lo que parecía imposible.